Cuenta Victor Aparicio en una entrevista reciente, de la que dejo Aquí el enlace, su experiencia en cómo ha experimentado la práctica del “Chemsex” , por la que básicamente: las personas participan en sesiones sexuales donde se consumen ciertas drogas psicoactivas, para aumentar la excitación, desinhibirse, experimentar sociabilidad, confianza, y lograr encuentros sexuales más duraderos.
De un modo muy resumido lo que el viene a advertir, es que en estos contextos la pulsión, la desinhibición quedan fuera de control, así como la de cualquier tipo de reserva ética, moral a la hora de la práctica de conductas, y que el comportamiento podría calificarse como “bulímico sexual”, al no llegar nunca a una satisfacción.
Habla de lo que él denomina: “amor a primera vista” con una de las sustancias consumidas en estos encuentros: la Mefedrona, ya que el estaba atravesando por una etapa vital muy complicada, en la que se encontraba muy perturbado, con un alto grado de conflicto emocional y experimentando un gran sufrimiento.
Cuando probó esta sustancia fue como un anestésico instantáneo, por el que todo dejó de doler, sus preocupaciones desaparecieron, los pensamientos dejaron de girar y el placer fue muy intenso, incrementado además por el contexto sexual. Él denomina a esta experiencia, como el “Beso de Dios”
Es lo que suele ocurrir con las adicciones, en las que convertimos la “aparente solución”, como el “problema añadido”, ya que Victor lo que encontró en estos encuentros, fue como un escape, un alivio a su situación original de malestar y que al final terminó por convertirse en una “solución que agravó mucho la situación original que ya presentaba”
En un principió el mismo quiso convencerse que se trataba de un tema que tenía bajo control, aunque al poco tiempo se dió cuenta, que su vida se fue complicando y mucho, en todas las áreas, ya que cuanto más nos exponemos al consumo que funciona como calmante de dolor, cada vez vamos a necesitar una mayor cantidad de ese calmante, para lograr el aparente alivio del dolor.
Comenta Victor, que en su experiencia ha dado con personas, que cuando la conocen, tratan como de buscar las cosas de las que ellos “se diferencian de el”, como forma de decirse “que no, que ellos están en otro punto y su historia en muy diferente”. Cuando la realidad es otra, y él lo que apela es que cuando escuches experiencias de este tipo, también identifiques las similitudes, es decir, aquellas cosas que te resuenan de su experiencia en la tuya, en la relación que cada uno podamos mantener, con la “solución que hemos encontrado a nuestro propio malestar”